Cuando en una de mis sesiones de trabajo con mis compañeros de equipo, o en alguna de mis clases o conferencias, etc. cito a la película Ben-Hur, a todos les viene a la mente que es una de las mejores películas de la era del cine; que obtuvo la cifra récord de once Premios Oscar, que participaron más de diez mil extras, que su elevadísmo presupuesto no impidió ser la más rentable, siendo la más taquillera hasta entonces, que su duración supera las tres horas y media o que rompió moldes con los escenario de mayor dimensión hasta la fecha, entre muchas otros aspectos que la hacen realmente especial.

Sin embargo, en esta obra maestra del Séptimo Arte rodada en 1959, debemos poner el foco en la lección que subyace como modelo claro del buen liderazgo y de la gestión de equipos para obtener el éxito. Es mas, no sólo se representa lo que se debe hacer, también nos ejemplifica y personifica lo que no se debe hacer, es decir, el mal liderazgo.

SACA LO MEJOR DE TU EQUIPO … CON MOTIVACIÓN.

El verdadero valor del Líder Innovador es ser capaz de sacar lo mejor de todos y cada uno de los miembros de su equipo, de los componentes de su organización y además de generar esa cultura de manera integral y transversal en el ADN de toda su cadena de valor. Para ello, debe tener claro que sólo es posible obtener un alto rendimiento y optimizar las habilidades de las personas teniendo un liderazgo con mucho talento, pero todavía con mucho mas talante. Eso sí, con orden, cierta disciplinacontundencia, que no tiranía. No es excluyente generar implicación, compromiso y cultura del esfuerzo con la delegación, la cercanía y la confianza, todo lo contrario, es necesario para el éxito.

(Fragmento de la película Ben-Hur motivando a sus caballos)

Estamos en una época de escenarios altamente competitivos, turbulentos, dinámicos, cambiantes y en ocasiones agresivos, donde los niveles de exigencia y de excelencia son muy elevados para el equipo, que suele estar sometido a altos niveles de estrés. Sólo con un Liderazgo Innovador se alcanzan los retos.

Por tanto, el Líder Innovador debe caracterizarse por esforzarse en crear un entorno de ilusión, de motivación y de felicidad que precipite la autorrealización del trabajador, sea cual sea su rol o competencia en la empresa u organización; por muy mecánica o creativa, complicada o trivial, de base o de ápice que sea.

SÉ FELIZ, HAZ FELIZ …  DETECTA Y ERRADICA EL MOBBING … ES UN CANCER PARA LA ORGANIZACION.

Si, como siempre digo, proponer ideas no tiene pena, que nos equivocamos para aprender, que aprendiendo mejoramos, y que mejorando llegamos a la excelencia; por contra, el mobbing o la falta de respeto a un compañero, bien sea hacia arriba, hacia abajo o hacia los lados debe tener pena, y con firmeza. Es competencia clave y un deber irrenunciable del buen Líder Innovador poner todas las herramientas y alertas posibles para detectarlo y erradicarlo. El personal tóxico es un cáncer para la organización que si no se elimina genera metástasis. El líder debe fomentar una cultura de integración de equipo. Incluso innovando, como por ejemplo implementando estrategias y agentes de mediación en conflictos (tema que abordaremos en un post en detalle). No se puede mirar a otro lado.

Si pasamos cerca del 80% de nuestro tiempo diario (cuando estamos despiertos y activos) en el trabajo, y nuestra vida es el sumatorio de cada día; el sumatorio de ese tiempo, de esos días, supone el 80% de nuestra vida, por tanto, ya que le vamos a dedicar ese porcentaje de nuestra vida a ello, al trabajo, vamos a pasarlo bien trabajando; y a ser felices junto con nuestro equipo. Y ello depende de nosotros, de cómo tratamos a nuestros compañeros. Y es obligación del líder promoverlo.

MESSALA … EL MAL LIDERAZGO … EL FRACASO.

Volviendo a la superproducción Ben-Hur, y extrapolando la forma en la que sus dos protagonistas lideran a sus cuadrigas, a sus equipos, encontramos el ejemplo de Messala. Un tribuno romano de formas beligerantes y agresivas, que utiliza el látigo como herramienta e implementa un liderazgo amenazante y de intimidación para conseguir sus objetivos, generando una pseudo-lealtad falsa, débil y efímera de su entorno hacia él, basada en el miedo, en la prepotencia y en la posición dominante, que le conduce finalmente al fracaso.

(Fragmento de la película, Messala con el látigo)

JUDA BEN-HUR … EL BUEN LIDERAZGO … LA EXCELENCIA.

Por otro lado, por otro lado, encontramos a Judá Ben-Hur (Charlton Heston) que, alineado en valores con el Caíd Ilderim (Hugh Griffith), sin el látigo y sólo con las riendas, dirigía y trataba a sus caballos, pura raza árabe, con delicadeza, generosidad, inteligencia, motivación y aprovechando las fortalezas y debilidades de cada equino para sacar lo mejor de ellos. Su liderazgo está basado en la ilusión, en la nobleza, en la cultura del esfuerzo, en la empatía, en la sinergia, en el trabajo y la visión sinfónica de equipo, en la humildad y en el reconocimiento a un buen trabajo por encima del triunfo. Y especialmente en generar sonrisas y felicidad a su entorno. Un Know How y una metodología que le lleva al éxito ademas de una lealtad y fidelidad tangible, real e inquebrantable por parte de su entorno.

(Fragmento de la película,  Ben-Hur liderando y victoria)

Para finalizar este post, me gustaría invitarte a la reflexión … y que te preguntaras … ¿A quien prefieres como líder? ¿Cuál de ambos desearías que fuera tu jefe? ¿Con quién te identificas? ¿Messala o Ben-Hur? Si la repuesta no es Ben-Hur, entonces no mereces liderar ni gestionar equipos o personas. Es mas debes cambiar para pertenecer y encajar en cualquier equipo.

Sólo aquel que lidera con la visión de colaborar en mejorar el mundo acaba siendo un buen líder, y se empieza a mejorar el mundo por nuestro micromundo, haciendo la vida mas fácil, más feliz y mucho mas apasionante a nuestro entorno mas cercano, es decir, a nuestros compañeros de equipo, con aquellos con los que pasamos el 80% cada días, el 80% de nuestra vida. Y es que, como digo siempre, tenemos dos familias: la personal y la profesional, y tenemos dos hogares: nuestra casa y la oficina. A ambas hay que cuidarlas e ilusionarlas … todos los días.

¡Un saludo y sé feliz … en equipo!

Manuel Bonilla,